
Mi problema con la mitología griega y cómo lo resolví.
Me encanta la mitología, especialmente la griega, a la que me aficioné con trece años cuando leí el mito de la manzana y el juicio de Paris. Si habéis leído un poco sobre mí, podéis ver que la mitología y los cuentos son una inspiración para mi escritura. Pero, en tanto crecía mi afición por la mitología, empecé a tener un problema con ella: la cantidad de tragedia y finales nefastos que tiene. ¿Queréis saber cómo lo resolví?
Como decía, a los trece años me aficioné a los mitos griegos. Leía libros de mitología, diccionarios mitológicos, incluso enciclopedias, libros de arte, artículos. Leí las obras de Homero y Hesíodo, de Safo, de Sófocles y Aristófanes. Investigué la música de la época y compré un CD con lo poco que se conserva de ella. Escogí la asignatura de Griego clásico en el instituto para saber sobre su idioma.
A la vez, me interesé por la Historia de la antigua Grecia: su arquitectura, sus ciudades, sus templos, sus esculturas y cerámicas, su filosofía, sus poetas, sus escritores trágicos, sus personajes históricos, su cultura… Empecé a soñar con viajar allí y ver la Acrópolis de Atenas y el Partenón (sueño que aún no he cumplido, pero todo se andará).
Conforme leía estos mitos y me adentraba cada vez más en el mundo de los dioses griegos, empecé a tener un problema con ellos: la cantidad de tragedia y finales infelices que tienen, además de la misoginia y la violencia de género que aparecen en ellos. Y esto me generaba sentimientos encontrados, porque me encantaban estas historias, pero no soportaba que acabasen tan mal y que a los personajes les impusieran tantos padecimientos. Además, tampoco soportaba que llamaran «conquista» a una violación, así como la cantidad de violencia que ejercían estos dioses despiadados.
Entonces, un día me dije: ¿Y si me comprometo a «arreglar» estos mitos? Empecé por uno de mis favoritos, el de Hades y Perséfone, y escribí un retelling de este mito desde el género Romantasy titulado «El sueño de Perséfone». Y ese fue el comienzo de una larga amistad, porque tengo escritas otras dos novelas en la misma línea que forman parte de una trilogía. Así, el género fantástico me permite dejar volar mi imaginación con estos mitos y el género romántico asegura un final feliz en todas las historias.
¿Y a vosotros? ¿Os gustan los mitos? ¿Tenéis el mismo problema que yo? ¡Os leo en comentarios!

