Lecturas de mayo: fantasía, mitología griega y romance.

Las lecturas de este mes de mayo han venido cargadas de mitología griega, novela romántica, poesía y fantasía juvenil. A diferencia del mes de abril, que leí menos libros, pero más largos, este mes de mayo he leído más libros cortos y, sobre todo, poesía y fantasía con ecos de fábula medieval.

¿Quieres descubrirlos?

Novelas de romántica

Han sido dos novelas cortas de la editorial Selecta, que vienen muy bien para desconectar de lecturas más largas.

Cada vez que me miras, Bethany Bells editorial Selecta

Precioso libro que ha supuesto para mí un soplo de aire fresco en novela romántica histórica.

La autora nos presenta un romance diferente al ser uno de los protagonistas invidente. Me gusta leer novelas que incluyan personajes con algún tipo de discapacidad, sobre todo si es visual, porque me parece un mundo fascinante por retratar. De hecho, tengo en escrita una novela con un protagonista ciego. Así que, cada vez que encuentro una novela que trata la misma discapacidad, me lanzo a ella.

La historia nos presenta a Marjorie, hija de un conde y heredera de una fortuna que no puede tocar y que su madrastra se empeña en despilfarrar. Para huir del ambiente opresivo de su casa, cada mañana sale a pasear por Hyde Park. Allí tiene un lugar secreto con un banco donde se sienta para descansar, recordar y reflexionar. Pero una mañana encuentra que ese banco está ocupado por un caballero desconocido y ciego.

Este es el punto de partida de una novela que me ha sorprendido mucho al no encontrar en ella el típico argumento. Me ha tenido enganchada a sus páginas hasta que la terminé en dos días. El personaje de Morgan me ha gustado mucho porque es tierno, inteligente y acepta sus limitaciones hasta que un incidente le tambaleará dichas convicciones. 

Otra cosa que me ha gustado mucho es la creación de un mundo de aromas y perfumes como trasfondo de la historia.

No conocía el dato sobre J. S. Bach y, sobre el final, decir que prefiero mil veces ese que la alternativa.

La tentación de la primavera, Natalia Sánchez Diana, editorial Selecta

Me enteré de este libro por pura chiripa y cuando vi que Natalia, una autora que ya había leído antes, había escrito una novela de romántica con toques mitológicos, no dudé en leerla.

Es una historia de romance histórico ambientada en el Londres del s.XIX, pero, como suele ocurrir en los libros de esta escritora, mezcla personajes de otras culturas. Es el caso de Atsadi, protagonista masculino, un hombre de ascendencia inglesa por su padre y cheroqui por su madre. Me gustó mucho cómo la autora entretejió esa herencia de los indios norteamericanos a través de la historia del personaje y en las leyendas que menciona en la narración. También las palabras que incluye de origen cheroqui y los guiños que hace al pasado trágico de ese pueblo.

Con el mito de Hades y Perséfone como telón de fondo, La tentación de la primavera nos habla de una historia de venganza y redención, de justicia y amor.

Poesía con inspiración mitológica

Rumores yámbicos, Maru Bernal, editorial Reino de Cordelia

Segundo libro que leo de la poetisa Maru Bernal. El primero que leí fue No todos volvimos de Troya, editado por Reino de Cordelia.

Ambos libros me han encantado y los leí del tirón por la prosa (en este caso, poética) fluida que tienen. Como su título indica, es de inspiración helenística y mitológica. El yambo era una métrica dentro de la poesía lírica griega. En este libro, la autora da voz a numerosas mujeres de la mitología a través de un diálogo epistolar entre ellas: de Calipso a Circe, de Hécuba a Creusa, de Medea a Hécate, de Ariadna a Pasífae, de Clitemnenstra a Electra…

Perséfone, Yannis Ritsos, editorial Acantilado

El mismo día que compré este libro lo leí del tirón. Después lo volví a leer, más pausado, para absorber mejor el mensaje.

Los que me conocéis un poco sabréis que la mitología griega es una de mis pasiones y que el mito de Perséfone es uno de mis favoritos. Tanto, que escribí un retelling de esta historia.

Así que, cuando vi este libro me lancé sobre él. Descubrí que, además, es poesía, un soliloquio de la diosa Perséfone escrito por el poeta griego Yannis Ritsos. Tanto me ha gustado que he encargado dos más del mismo autor: Orestes y Sueño de un mediodía de verano.

Siempre que se aborda este mito se centra en el rapto de Perséfone y en la lucha de opuestos (luz y oscuridad, vida y muerte) que mantienen Deméter y Hades por recuperar o retener a Perséfone. Pero esta versión de Yannis Ritsos no se centra en la lucha de opuestos. Nos presenta que la oscuridad también es necesaria para alcanzar la plenitud. Demasiada luz puede llegar a cegar, a agotar, a marchitar. Es desnudadora, todo lo exhibe: los defectos y el cansancio. Esto lo refleja el poeta en el Anfiteatro, el Estadio o el Gimnasio: los héroes, los vencedores, bañados en sudor, cansancio y melancolía.

La oscuridad es necesaria. Ofrece descanso, oculta los defectos, no te exhibe todo el tiempo, te permite parar y encontrarte a ti mismo.

Me recuerda los versos de Rabindranath Tagore: «La limitación busca la libertad, y la libertad busca descanso en la limitación».

Fantasía juvenil con aires de cuento de hadas y fábula caballeresca

Estas dos novelas son una joya preciosa y extraña en un mundo donde prima el romantasy, el spicy, la acción trepidante y la velocidad. Aquí la lectura se detiene, como si entraras en un mundo donde el tiempo se dilatara, donde puedes saborear la belleza de las palabras y de las imágenes que evocan como si te tomaras una taza de té tranquila y sin prisas.

La prueba de los reyes, Carmen Jodra Davó editorial Siruela

Novela preciosista, simbólica, con aire de fábula medieval. Con un lenguaje lírico y de fantasía nos transmite una historia de transición a la vida adulta que bebe de obras de Tolkien, de Úrsula K. Leguin o de Ana María Matute.

Nos narra la prueba o reto que tienen que superar Raik y Nosye, dos niños de orígenes, estatus, habilidades y caracteres muy diferentes, para llegar a ser reyes entre los suyos. Aunque sus caminos se entrecruzan, cada uno debe superar su propia prueba que no es otra que vencerse a uno mismo. Y esto supone en unos casos renunciar a tus sueños de grandeza y fama por mantenerte fiel a los valores de tu pueblo y, para otros, superar la melancolía que te repliega hacia uno mismo y salir al exterior para afrontar tu camino.

Es una novela para todas las edades y para aquellos que se encuentran en la misma etapa vital que los protagonistas: en el umbral entre la infancia y la vida adulta.

La puerta de los pájaros, Gustavo Martín Garzo, editorial Impedimenta

Precioso libro lleno de belleza y magia, tanto por la prosa del autor como por la historia y los elementos que la integran, cercanos a las fábulas y los cuentos populares.

El escritor, al que tuve la oportunidad de escuchar en una entrevista en Úbeda con motivo del Festival de Cuentos del año 2014, bebe de varias fuentes de inspiración y del lenguaje de la fábula y las leyendas medievales para tejer una historia que aúna belleza y crueldad, un canto de  esperanza y melancolía por la infancia que dejamos atrás.

Al igual que las obras de Ana María Matute como Aranmanoth, el paso de la infancia a la adultez se refleja en los personajes principales. La princesa Constanza, protagonista de esta fábula, queda sumida en un sueño mágico a la edad de trece años. Un muchacho tímido y extraño, vinculado con la princesa a través de los sueños, también permanece congelado en esa edad incierta. Y Esmeralda, una gitanilla errante, que crece y reencuentra a la niña que fue perdida entre la niebla.

Curioso es el título del libro. «La puerta de los pájaros» es la entrada a una residencia privada de Comillas, Cantabria, diseñada originariamente por Gaudí. Tiene tres puertas, siendo una de ellas un hueco para los pájaros. Podéis echar un vistazo aquí.

Y, obviamente, como dibujante aficionada que soy, merece mencionar las ilustraciones tan bonitas que contiene, de Pablo Auladell, muy acordes al tono de la historia.

¿Y vosotros? ¿Os ha llamado alguno de estos libros? Me encantará leer vuestros comentarios.